1. Introducción
Existen numerosas alergias que conocemos bien o, al menos, nos suenan bastante. Estas pueden ser al gluten, al huevo, a los mariscos, a la soja… pero es poco conocida la alergia a la proteína transportadora de lípidos, también denominada como alergia a la LTP, por sus siglas en inglés (Lipid Trasnfer Protein). Hoy vamos a conocer un poco más de qué se trata.
2. ¿Qué es la LTP y dónde se encuentra?
Las LTPs son proteínas trasportadoras de lípidos (proteínas defensivas) que, cuando se ingieren, desencadenan una reacción alérgica, mediada por inmunoglobulina E. Las LTPs están presentes en una variedad de alimentos de origen vegetal.
Estas proteínas se encuentran en frutas (principalmente en la familia de las Rosáceas), verduras, hortaliza y frutos secos. La piel de las frutas tiene mayor concentración que la pulpa. Son resistentes a la temperatura y a las enzimaS digestivas, por lo que pueden causar reacción independientemente de si el alimento está crudo, tostado, cocinado, seco o fermentado (vino).
Es una alergia que se da, más comúnmente, en adultos mayores de 20 años que en niños. Se pueden dar síntomas leves o graves y puede requerir intervención dietética para evitar la sintomatología que produce.
3. Síntomas de la alergia a la LTP
Los síntomas son comunes a los de cualquier otro tipo de alergia. Pueden darse síntomas leves comenzando con picor, ronchas o rinitis, pasando por vómitos y/o diarrea hasta llegar a síntomas más graves como arritmias, obstrucción aérea o anafilaxias.
Una de las herramientas que podemos poner en práctica de manera autónoma es elaborar un registro en el que anotaremos los alimentos consumidos y la hora a la que son consumidos y los síntomas que aparecen y la hora a la que aparecen. También seria interesante anotar si existen algún otro cofactor como pueden ser el consumo de alcohol, una situación de estrés intenso, la presencia de menstruación, la toma de ciertos medicamentos…
Los síntomas de la alergia a la LTP pueden ir desde muy leves a muy graves, e incluso la muerte. |
4. Diagnóstico de la alergia a la LTP
El primer paso para el diagnostico de la alergia a la LTP es la elaboración de una historia clínica completa y rigurosa en la que se registre:
- La sintomatología del paciente
- El tiempo que trascurre entre la ingesta del alimento y la aparición de los síntomas
- La existencia o no de cofactores (ya mencionados)
- Alimentos vegetales que tolera y consume de manera habitual
- Estado del alimento a la hora de la ingesta (consumo de piel o solo la pulpa del alimento)
A esto le seguirán las correspondientes pruebas complementarias:
- Pruebas cutáneas
- Determinación de la IgE en suero
- Pruebas de exposición controladas
- Detección mediante microarrays
El principal tratamiento se centra en el manejo de los síntomas agudos mediante antihistamínicos, corticoides tópicos o epinefrina.
La dieta, mediante la exclusión de los alimentos perjudiciales, es el mejor tratamiento.
5. Tratamiento nutricional de la alergia a la LTP
El principal objetivo del dietista-nutricionista es evitar la exposición del paciente a las LTPs, elaborando una dieta exenta de los alimentos que induzcan la respuesta alérgica. La peculiaridad de esta es que debe ser completamente individualizada ya que cada paciente puede tener un grado distinto de sensibilidad. Algunas pautas a destacar son:
- Si existe una relación clara entre la toma de un vegetal y la aparición de síntomas, se aconseja evitar dicho alimento de manera rigurosa. De igual manera, si los síntomas vienen a raíz del consumo de alguna fruta rosácea, se recomienda evitar el consumo de cualquier fruta rosácea.
- Eliminar la piel de la fruta ya que el mayor contenido de LTPs está en ella.
- Evitar el consumo de zumos porque aun así el contenido de LPTs es significativo.
- Evitar el consumo de productos industriales que puedan contener estas proteínas, como aromas de medicamentos, golosinas, pasta dental…
- Se aconseja precaución con el consumo de yogures, postres lácteos, cereales, tartas, pan… ya que pueden contener algún componente rico en LPTs.
- Se recomienda leer la información nutricional rigurosamente de estos productos.
- En caso de comer fuera de casa, es aconsejable que nuestro entorno conozca nuestra patología para que sepan como actuar en caso de asfixia.
Debido a la exclusión de la dieta de muchos alimentos vegetales que pueden causar sintomatología, un gran riesgo de padecer déficit de ciertos nutrientes como son las vitaminas y minerales de manera generalizada, pero sobre todo hay que prestar especial atención a:
- Potasio: puede restablecerse su consumo a través de quesos y embutido
- Vitamina C: es una vitamina que no se encuentra en otros alimentos que no sean vegetales, por lo que la única solución será la suplementación con pastillas o cápsulas.
- Vitamina A: puede restablecerse su consumo a través de la grasa del paté, el huevo, el queso o la mantequilla.
- Fibra: la recomendación será de 25-30g a incorporar con los vegetales que se puedan consumir.
6. Otros aspectos importantes de la alergia a la LTP
La educación del paciente: hacer comprender al paciente de cómo funciona su patología, el proceso que ocurre cuando ingiere un alimento peligroso, las posibles consecuencias. En caso de que el paciente sea un infante esta información deberá recibirla su cuidador.
Ejercicio físico: tras consumir un alimento al que se tiene sensibilidad se aconseja esperar hasta la realización del ejercicio unas 2-3 horas, ya que este es uno de los cofactores que pueden empeorar o desencadenar los síntomas.
7. Conclusión
Para el tratamiento de la alergia a la LTP es indispensable un buen manejo de esta una vez diagnosticada. Es indispensable que un dietista-nutricionista se encargue de cuidarte.
La elaboración de una dieta adecuada para el paciente evitando alimentos que lo perjudiquen, cubriendo sus necesidades energéticas y atendiendo a cualquier posible déficit nutricional es una tarea complicada que solo le corresponde a un profesional de la nutrición.
Ana Mulero
Nutricionista en Ana Mulero Nutrición