1. ¿Qué es el lipedema?

 

El lipedema es una afección o alteración crónica y progresiva, poco conocida, de la distribución del tejido adiposo subcutáneo. Afecta casi exclusivamente a las mujeres e involucra principalmente a las extremidades inferiores provocando una considerable discapacidad, deterioro del funcionamiento diario y angustia psicosocial.

Se caracteriza por la acumulación anormal de tejido adiposo (tejido graso) que suele ser desproporcionada en relación con el resto del cuerpo, pudiendo afectar a la movilidad y causar dolor.

Se cree que hay un componente genético que lo causa y se acentúa tras la pubertad, el embarazo o la menopausia.

Es importante no confundirlo con el linfedema (hinchazón causada por la acumulación de líquido linfático en el cuerpo), la obesidad o la celulitis.

El número de personas afectadas es difícil de determinar ya que no está catalogada como enfermedad y suele estar infravalorado, sin ni siquiera ser diagnosticada en muchos casos.

No se debe confundir un caso de lipedema con la presencia de celulitis o retención de líquidos

 

2. Posibles causas del lipedema

 

El origen del lipedema es desconocida. Algunas investigaciones la consideran una afección hereditaria posiblemente producida por una mutación de un gen combinada con trastornos hormonales, microvasculares y linfáticos.

Las teorías propuestas hasta la fecha carecen de suficiente evidencia científica que las respalden.

Se conoce que el lipedema empeora con el sobrepeso y la obesidad.

 

3. Signos y síntomas del lipedema

 

Algunos de los síntomas más comunes en las personas que padecen lipedema son:

  • Aumento de volumen de los miembros inferiores y, a veces de los superiores y el resto del cuerpo
  • Sensación de hinchazón y tumefacción
  • Dolor al tocar la zona
  • Telangiectasias (las llamadas arañas vasculares)
  • Disminución de la elasticidad cutánea
  • Signo del manguito cerca del tobillo o la muñeca

 

4. Clasificación del lipedema

 

El lipedema puede clasificarse de 2 maneras, según la etapa o según el tipo:

Según la etapa:

  • Estadio 1: aumento de la grasa en hipodermis con celulitis pero sin irregularidades.
  • Estadio 2: presencia de irregularidades en la piel y nódulos, lipomas y angiolipomas.
  • Estadio 3: nódulos y piel irregular con piel “colgona”.
  • Estadio 4: presencia de lipolinfedema, que une la presencia de lipedema (acumulación de grasa) y linfedema (acumulación de líquido).

Según el tipo:

  • Tipo I: se extiende desde el ombligo hasta las caderas. Involucrando la pelvis y el glúteo.
  • Tipo II: Desde la pelvis hasta las rodillas.
  • Tipo III: desde alrededor de la pelvis hasta los tobillos, con un “manguito” en el tobillo.
  • Tipo IV: se extiende desde los hombros hasta las muñecas.
  • Tipo V: desde debajo de las rodillas hasta los tobillos. Es el más frecuente.

5. Tratamiento

 

Podemos seguir una serie de pautas para el tratamiento del lipedema que se relacionan con:

Un tratamiento conservador: engloba un tratamiento farmacológico para aliviar el dolor, un drenaje linfático de manera regular, terapia de compresión con medias o velcros ajustables, fisioterapia y ejercicio físico.

Un tratamiento quirúrgico: es la opción definitiva y consiste en la extracción del compartimento graso de la zona afectada. Puede darse una liposucción o una dermolipectomía.

Un tratamiento nutricional: se desconoce un tipo de dieta concreta para erradicar el lipedema pero se ha visto que una alimentación enfocada a la reducción de peso y que incluya alimentos antiinflamatorios, que persigan la eliminación de la retención de líquidos puede mejorar notablemente la afección.

Recientemente se ha lanzado el término Dieta RAD para casos de lipedema. Esta dieta recibe el nombre por sus siglas en ingles Rare Adipose Disease/Disorders (enfermedad o desorden adiposa rara)

 

6. Dieta RAD

 

Lo primero para comenzar la dieta RAD, indiscutiblemente, es comprobar que tenemos una buena relación con la comida y la presencia o no de malos hábitos que tengan que ser sustituidos por hábitos saludables básicos.

La base para el tratamiento o de esta o cualquier patología debe ser unos buenos hábitos alimentarios y obtener todos los nutrientes de manera óptima.

Una vez que este punto está tratado procedemos tener en cuenta los puntos clave de la dieta RAD que busca, principalmente, la ingesta de alimentos antiinflamatorios, tales como: frutas y verduras frescas, grasas de calidad, alimentos ricos en omega 3 y proteínas de calidad. El tratamiento debe ser individualizado teniendo en cuenta otras afecciones como una posible intolerancia o alergia a algún alimento de los indicados.

Por el contrario, debe evitarse alimentos que puedan causar inflamación alguna en los tejidos, tales como el exceso de sal, alimentos procesados, productos con aditivos y alimentos empaquetados ya que los plásticos y otros envases actúan como disruptores endocrinos.

 

7. Conclusión

 

Aunque no existe una cura definitiva para el lipedema, se ha visto que una dieta adecuada puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas. Además de seguir las pautas de la dieta RAD es fundamental trabajar buenas prácticas alimentarias y cotidianas aconsejadas por tu dietista-nutricionista para conseguir un tratamiento integral y personalizado para cada caso.

Si te han diagnosticado lipedema no dudes en buscar la ayuda adecuada y evidenciada científicamente.

 

Ana Mulero

Ana Mulero

Nutricionista en Ana Mulero Nutrición

Dietista y nutricionista graduada en nutrición humana y dietética. Especializada en Nutrición Deportiva.