1. Introducción
El agua supone el 50-60% de nuestro peso corporal pero no podemos considerarla toda igual ya que esta se puede ubicar zonas distintas. Los componentes acuosos de nuestro cuerpo se dividen en 2:
- El líquido intracelular (el que se encuentre en el interior de las células) que representa el 60% del agua corporal total.
- El líquido extracelular o intersticial (el que se encuentra rodeando las células) y representa el 40% restante del líquido corporal total. Este esta formado por el plasma (sangre), la linfa, las secreciones, el líquido raquídeo y las moléculas que contienen.
2. ¿Cómo se crea la retención de líquidos?
La retención de líquidos hace referencia a esta última parte, es decir, es la acumulación excesiva de líquido extracelular o intersticial. No es una enfermedad, sino un signo de que el funcionamiento del organismo no es óptimo.
La cantidad de agua se suele mantener, pero varía su distribución. La obtención de agua se hace a través de las bebidas y los alimentos, la eliminación se hace a través de la respiración, la orina, las heces y la transpiración (sudor). Los encargados de regular esta entrada y salida de agua son 3:
- Vasopresina u hormona antidiurética: paralizan la eliminación de agua e inactivan el riñón cuando hay baja concentración de agua intracelular.
- Renina-angiotensina: es un sistema que se activa cuando disminuye el agua extracelular. Incrementa la sensación de sed para que se beba más.
- Sed: es una señal que indica bajada de agua intra y extracelular.
3. Síntomas de la retención de líquidos
La retención de líquidos se manifiesta con el aumento de peso a nivel general y con hinchazón en párpados, manos, tobillos y piernas. En estas partes, al presionar durante unos segundos con el dedo y después quitarlo, el hundimiento que crea el propio dedo persiste unos minutos. Se conoce como edema local.
La intensidad de esta retención dependerá de si existen otros factores que la acompañen como inflamación, rojez, cansancio, hipertensión…
4. Causas de la retención de líquidos
Existen numerosos causas y situaciones que pueden causar un acúmulo de líquido:
- Diversas situaciones fisiológicas como embarazo o menstruación donde es normal tener variaciones de peso y mayor circunferencia abdominal.
- Diversas situaciones patológicas como una enfermedad renal, daño hepático, desnutrición o insuficiencia cardíaca.
- Personas con sedentarismo muy prolongado.
- Personas con obesidad tienen afectado el retorno venoso y linfático por la propia inflamación generada por el tejido adiposo y por la obstrucción de los vasos sanguíneos y linfáticos. Además, la resistencia a la insulina y el aumento de la angiotensina que tienen las personas con obesidad pueden empeorar el problema.
- Toma de determinados medicamentos, como los corticoides, tamoxifeno o tiazolidinedionas.
- Consumo excesivo de sal. Es necesario evitar el consumo de alimentos procesados ya que el 80% de la sal que se consume viene de estos.
- Consumo de alcohol.
- En situaciones de estrés agudo o crónico. El estrés hace que el cortisol aumente en sangre y este puede generar un efecto antidiurético, haciendo que orinemos menos.
5. ¿Qué podemos hacer para reducir la retención de líquido?
- Consumir alimentos ricos en potasio y magnesio ya que estos minerales estimulan la diuresis, favoreciendo la salida de agua intersticial hacia la sangre, el riñón y, finalmente a la orina.
- Beber suficiente líquido ya sea en forma de agua, té, infusiones, agua con gas, o café ya que estimula la eliminación de líquido intersticial.
- Tomar ciertos medicamentos (siempre recetados por un médico que valore el caso) como la furosemida.
- Evitar estar sentado o tumbado durante largos períodos de tiempo. El movimiento y, en concreto, el ejercicio cardiovascular, es esencial para aliviar la retención de líquidos.
- Descansar con las piernas en alto intentando que los pies superen la altura de la cintura.
- Eliminar el consumo de alcohol.
- Utilizar médicas elásticas específicas para mejorar el retorno venoso.
Los medicamentos indicados para eliminación de líquidos deben ser prescritos por un médico, no es seguro atomedicarse. |
6. Recomendaciones dietético-nutricionales
Desde el punto de vista de la nutrición podemos destacar:
- Consumir alimentos ricos en potasio y magnesio: Algunos alimentos ricos en potasio son la patata, el plátano, el café, las alubias y los quesos. Los alimentos ricos en magnesio son pipas, quesos, frutos secos y avena, entre otros.
- Conseguir una ingesta de agua diaria óptima: lo recomendado son 1.5L al día, pero esto puede variar según la actividad física, el tipo de trabajo, el peso o la transpiración del paciente, entre otros aspectos.Para saber si se está bebiendo la cantidad adecuada de agua se debe observar el color de la orina y procurar que este sea lo más transparente posible, alejándose de colores amarillo oscuro o que desprenda demasiado olor.
- Consumir alimentos con efecto diurético: espárrago, alcachofa, puerro, lechuga, apio, espinaca, pepino, remolacha, col, tomate, cebolla, berenjena, piña, papaya o sandía.
- Tomar ciertos suplementos como el diente de león, la cola de caballo y especias como el ajo, perejil e hibisco. Cabe destacar que esos suplementos por sí solos no tienen ningún efecto. Lo ideal es que se acompañe con el resto de factores mencionados.
7. Conclusión
La retención de líquidos es un problema bastante frecuente que afecta a una gran parte de la población. No debemos ignorarlo ya que puede ser indicativo de otros desequilibrios del organismo. Es fundamental prestar atención a los síntomas y adoptar medidas adecuadas para prevenir y tratar esta condición.
Consultar con un dietista-nutricionista especializado puede ser de gran ayuda para recibir consejos personalizadoos y efectivos. Puede guiarte en la elección de alimentos adecuados, la correcta hidratacion y otros hábitos que contribuirán a mejorar tu bienestar general.
Ana Mulero
Nutricionista en Ana Mulero Nutrición