SIBO y su tratamiento
El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado es una condición en la que se observa una cantidad excesiva de bacterias en esta parte específica del tracto gastrointestinal. La prevalencia exacta en la población general aun no está completamente definida.
El SIBO puede llevar a la malabsorción de nutrientes, lo que puede causar deficiencias y afectar la salud general. Los pacientes con SIBO pueden sufrir de anemia, pérdida de peso y fatiga debido a la incapacidad de absorber adecuadamente los nutrientes.
Comprender y tratar el SIBO es crucial para mantener un sistema digestivo saludable y una vida plena.
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Qué es el SIBO
El SIBO ocurre cuando las bacterias del intestino grueso crecen en exceso en el intestino delgado, un lugar donde normalmente deberían estar en menor cantidad. Normalmente, el intestino delgado contiene menos bacterias que el intestino grueso, pero en el SIBO, estas bacterias se encuentran en abundancia en ambos tramos del intestino.
Esto puede causar problemas como malabsorción de nutrientes y síntomas gastrointestinales. Normalmente los nutrientes más vigilados en pacientes con SIBO son el hierro y la vitamina B12 principalmente, las vitaminas B1, B3 y B9 y los minerales magnesio y calcio.
Síntomas y diagnóstico
Las bacterias en exceso pueden interferir con la digestión normal y la absorción de alimentos, y pueden dañar el revestimiento del intestino delgado. Esto puede llevar a síntomas como:
- Gases e hinchazón: al tener un número mayor de bacterias, los procesos de fermentación también se multiplican, generando muchos más residuos como pueden ser gases (hidrógeno y metano, principalmente)
- Distensión y dolor abdominal: la producción exagerada de estos gases genera abultamiento del abdomen y dolor.
- Diarrea o estreñimiento: estas bacterias alteran la motilidad intestinal aumentando o disminuyendo el tránsito.
- Náuseas y fatiga: por la misma alteración de la motilidad intestinal puede generarse sensación de fatiga o nauseas. El déficit de nutrientes que, normalmente, se produce en las personas con SIBO también contribuye a esto.
- Pérdida de peso sin razón aparente: se genera, principalmente, por el miedo a ingerir cualquier alimento que pueda generar los síntomas escritos y así dificultar realización de cualquier actividad cotidiana.
El diagnóstico deberá hacerlo un médico digestivo y se realiza a menudo mediante una prueba de aliento, que mide los gases producidos por las bacterias en el intestino delgado. Normalmente esta prueba se realiza con uno de los siguientes sustratos: glucosa, lactitol o lactulosa.
Antes de esta prueba es necesario hacer, durante el día previo, una dieta preparatoria baja en residuos fermentables para evitar posibles “falsos positivos”.
Tratamiento del SIBO
Para tratar el SIBO generalmente se emplea una sinergia de recursos que, aplicados de manera aislada, no podrían dar resultados claros, pero cambiándolos pueden mejorar notablemente la sintomatología del paciente.
Tratamiento farmacológico: a valorar por el médico digestivo según la interpretación de las pruebas y el tipo de SIBO. Este puede ser a base de antibióticos (para reducir el exceso de bacterias), procinéticos, (para mejorar el tránsito en caso de estreñimiento), etc.
Tratamiento dietético: normalmente se aplica una dieta baja en FODMAP de la que hablamos en profundidad en el anterior post de este mismo blog.
Suplementos: como probióticos o enzimas digestivas o complementos alimenticios por déficit de nutrientes.
SIBO, pon remedio
El SIBO es una condición compleja que requiere atención y manejo cuidadoso. Con el tratamiento y los cambios de estilo de vida adecuados, es posible controlar el SIBO y mejorar la calidad de vida. Para ello es necesario el acompañamiento y la ayuda de un nutricionista especializado.
Evita seguir consejos de conocidos o páginas no aptas de internet ya que es una patología que genera distinta sintomatología en cada persona, por lo que el tratamiento puede variar en cada caso.
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Preguntas frecuentes
Todos merecemos sentirnos bien en nuestro cuerpo. Permíteme ser tu guía en esta emocionante travesía hacia una salud óptima a través de la alimentación.
¿Qué se ofrece en las consultas?
Lo primero que debes hacer es pinchar en el botón “Pide cita” dentro del apartado que se corresponda con tu objetivo. A continuación, en un plazo máximo de 24 horas me pondré en contacto contigo para agendarte una fecha y hora para la consulta que se llevará a cabo por videollamada.
En la primera consulta se procederá a una entrevista personal donde se recogerán los datos necesarios para elaborar el plan nutricional totalmente personalizado y adaptado al paciente.
En cada una de las consultas posteriores se resolverán todas las dudas que haya tenido el paciente y se corregirán errores. Se entregarán, si fuera necesario, herramientas y pautas para resolver cualquier problema que se plantee, y un menú completo semanal adaptado a las nuevas sugerencias o necesidades que se planteen en la consulta.
Si quiero perder peso, ¿cómo puedo medir mi progreso si no me pesas?
Para medir tu progreso hay otras muchas opciones, más allá del número de la báscula. De hecho, muchos nutricionistas recomendamos que el objetivo final del proceso no sea, simplemente, la bajada de este número sino la mejora física, mental y personal que se puede llegar a experimentar.
Estas otras medidas pueden ser la cinta métrica para medir diámetros corporales, las fotos antes, durante y después del proceso, una prenda de ropa que al principio queda ajustada y cada vez más holgada… Sin dejar atrás las señales que emite tu propio cuerpo como puede ser recorrer la misma distancia en menos tiempo, no cansarte cada vez que subes las escaleras, notar cómo disminuye el dolor de tus rodillas, roncar menos, tener mejor humor, más energía…
¿Cada cuánto son las consultas?
Las revisiones tras nuestra primera consulta de presentación pueden ser semanales o quincenales, tú decides según tus horarios, tu disponibilidad o tu necesidad de motivación y monitorización durante el proceso.
¿Qué incluye la planificación nutricional?
Cada plan nutricional que recibas constará de una estructura fija, pero con contenido diferente. Los menús se basan en preparaciones y alimentos básicos, fáciles de encontrar y desarrollar. No se incluye ningún tipo de pastillas, batido o demás preparados a no ser que un médico prescriba o recomiende algún complemento alimenticio.
El plan incluye 1 semana de menú con las comidas que el paciente requiera según sus horarios, hábitos o costumbres. Todas ellas irán equilibradas nutricionalmente y personalizadas con los alimentos y formas de cocinado que se adapten al paciente, además de su objetivo. Se detallan, además recetas sencillas de platos más novedosos o que requieran una preparación más concreta.
¿Y si tengo dudas tras la consulta online?
No te preocupes porque podrás hacer esas preguntas a través de chat, dentro de un horario determinado, y serán contestadas a la mayor brevedad posible para que puedas seguir la planificación lo mejor posible.
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La clave para una vida llena de energía y vitalidad se encuentra en tus elecciones alimenticias. Permíteme ayudarte a tomar decisiones informadas para alcanzar tus objetivos de salud.
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