1. ¿Qué son las dislipemias?

 

Las dislipemias son trastornos que hacen que los lípidos y lipoproteínas de la sangre se alteren respecto a la normalidad de la población. Pueden ser genéticas (hipercolesterolemia familiar, donde la dieta no tiene demasiado efecto) o adquiridas por malos hábitos (donde sí que podremos actuar).

Las dos principales serían la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia.

2. Valores de referencia

 

Al realizar una anlítica existen una serie de parámetros que nos indican si existe riesgo o no de sufrir dislipemias:

  • LDL: Lipoproteína de baja densidad. Debería ser menor a 100 mg/dL. Sale del hígado y ofrece su contenido a los tejidos. Se suele asociar a mayor riesgo de enfermedades. Es el que se conoce como “colesterol malo”.
  • HDL: Lipoproteína de alta densidad. Debería ser mayor que 35-40 mg/dL. Vuelve al hígado recogiendo contenido de los tejidos. Se suele asociar a menor riesgo de enfermedades. Es el que se conoce como “colesterol bueno”.
  • VLDL: Lipoproteína de muy baja densidad. Debería ser menor a 130 mg/dL. Precursora del LDL.
  • Colesterol total: Debería ser menor a 200 mg/dL. Es vital para formación de vitamina D, hormonas sexuales, adrenales, ácidos biliares…
  • TG (Triglicéridos): Debería ser menor a 150 mg/dL. Cuando están elevados, las partículas LDL son más aterogénicas (mayor capacidad para formar placas de ateroma).

Una dislipemia se origina cuando el colesterol total contenido dentro de estas partículas (LDL o VLDL) se acumulan formando una placa de ateroma arterial. Esto causa un engrosamiento de la pared arterial llamado aterosclerosis (con una inflmación asociada) que puede provocar un estrechamiento del conducto promoviendo un trombo, un ictus, un infarto…

3. Índices aterogénicos

 

Recientemente, más que los valores de referencia, se suelen analizar los índices aterogénicos. Son fórmulas que relacionan estos lípidos y lipoproteínas para obtener valores más predictivos de enfermedad o accidente cardio o cerebrovascular que los valores clásicos de los mismos anteriormente mencionados. Se trata de 3 sencillas divisiones que, con los datos de la analítica, todos podemos calcular:

  • COLESTEROL TOTAL / HDL: Debería ser menos de 4,5/4 en varones y mujeres en prevención primaria y 3,5/3 en secundaria.
  • LDL / HDL: Debería ser menos de 3/2,5 en varones y mujeres en prevención primaria y 2,5/2 en secundaria.
  • TG / HDL: Si es menos de 2 hay menor riesgo de partículas de LDL pequeñas, oxidadas y aterogénicas.

4. Tratamiento farmacológico

 

La medicación típica para tratar estas dislipemias son:

  • Estatinas
  • Fibratos
  • Ezetimiba
  • Secuestrantes de ácidos biliares
  • Niacina

Las estatinas, el tratameinto más común, funcionan inhibiendo una enzima en el hígado llamada HMG-CoA reductasa, que es crucial para la producción de colesterol.

5. Tratamiento dietético

 

Como tratamiento dietético se perseguirán los sigueientes objetivos:

  • Alto consumo de fibras fermentables: se puede obtener a través de alimentos vegetales o mediante suplementación con levadura de arroz rojo.
  • Alto consumo de ácidos grasos omega 3: obtenidos a través de frutos secos y pescados azules, principalmente.
  • Introducción de esteroles naturales: presentes en la soja.
  • Otros alimentos destacados a consumir: té verde, cacao, ajo, lino molido.
  • Alimentos a evitar: ultraprocesados, bollería, refrescos azucarados.
  • Ejercicio físico diario: tando cardio (caminar a paso ligero, bicicleta, correr…) como de fuerza (pesas, sentadillas, abdominales…).
  • Dieta hipocalórica si fuera necesario bajar el % de grasa corporal.

Cabe destacar que no sólo hay que hacer tratamiento dietético. La obesidad, el estrés, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo y otras patologías pueden ser factores de riesgo mucho más elevado para la enfermedad y el accidente cardio o cerebrovascular que la propia dieta o la dislipemia.

 

6. Conclusión

 

Mantener los niveles de colesterol y triglicéridos dentro de parámetros normales es fundamental para la prevención de enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones de salud. Una dieta equilibrada, rica en nutrientes y personalizada a las necesidades individuales, es clave para gestionar eficazmente estas condiciones.

Si estás lidiando con dislipemias, hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia, contar con la guía de un dietista-nutricionista puede marcar una gran diferencia. Los nutricionistas estamos capacitados para diseñar planes alimentarios específicos que no solo mejoran tu perfil lipídico, sino que también promueven un bienestar integral.

Ana Mulero

Ana Mulero

Nutricionista en Ana Mulero Nutrición

Dietista y nutricionista graduada en nutrición humana y dietética. Especializada en Nutrición Deportiva.
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