1. ¿Qué es el ácido úrico?
El ácido úrico es un producto de desecho del metabolismo de las purinas que se elimina a través de las heces o la orina. El problema viene cuando no se pueden eliminar y se acumula, en forma de cristales, haciendo que los niveles aumenten por encima de los normales (>6mg/dl de sangre en mujeres o >7mg/dl de sangre en hombres).
Estos cristales de ácido úrico se almacenan, normalmente, en las articulaciones de las extremidades, causando la gota. Si esto sigue avanzando, puede crear problemas a nivel de riñón (piedras) y artritis en dichas articulaciones.
No todos los pacientes con hiperuricemia acaban desarrollando gota |
2. Síntomas y riesgos de la hiperuricemia o gota
La gota se manifiesta a través de dolores agudos donde se genera inflamación en determinadas zonas del cuerpo. Para aliviar el dolor se suele recurrir a medicamentos analgésicos, pero, si no se trata el problema de raíz (modificando estilo de vida y hábitos dietéticos), la enfermedad seguirá avanzando.
Padecer gota también hace al paciente más propenso a padecer hipertensión arterial y desarrollar distintas enfermedades cardiovasculares, renales y síndrome metabólico.
3. Factores que predisponen a la aparición de la hiperuricemia o gota
Existen ciertos factores que predisponen a padecer hiperuricemia o gota, algunos de ellos pueden evitarse y otros no:
- Genética
- Consumo de alcohol: vino, licores y cerveza, sobre todo esta última
- Dietas altas en purinas: alimentos que destacan por su contenido en purinas son las carnes y los mariscos
- Fructosa: presente en productos procesados junto a sacarosa o jarabes.
- Tabaco
- Medicamentos como la ciclosporina, pirazinamida o tiazidas
- Patologías como insuficiencia renal, apnea del sueño, hipotiroidismo, enfermedades cardiacas y respiratorias…
- Obesidad, síndrome metabólico, resistencia a la insulina y dietas altas en calorías
- Poca hidratación
- Aumento de cetosis por dietas pobres en carbohidratos, ayunos prolongados…
4. Tratamiento dietético-nutricional
El objetivo del tratamiento dietético va enfocado a la reducción de peso (en el caso de que sea necesario) y a una reducción en la ingesta y creación de ácido úrico que aumenten los niveles sanguíneos. Para ello, debemos tener en cuenta los nutrientes siguientes:
- Aumento del consumo de fibra ya que ayuda a la eliminación renal de ácido úrico. Evitar, en mayor medida, espinacas, espárragos y setas.
- Aumento de la ingesta de café con o sin cafeína o, en menor medida, té verde o té negro debido a la mejora del flujo renal.
- Aumento de proteínas de origen vegetal (destacando la soja).
- Aumento del consumo de lácteos.
- Aumento del consumo de frutas (destacando cerezas, manzanas, peras y uvas por su contenido en polifenoles).
- Precaución a la hora de tomar salsas de tomate o tomate concentrado. El tomate fresco no tiene por qué evitarse.
- Precaución a la hora de ingerir grandes cantidades de alimentos proteicos ricos en purinas (carnes, pescados, mariscos). Evitar aquellos más ricos en purinas como los mariscos, carnes rojas y enlatados.
- Disminución de la ingesta calórica, de manera moderada, en pacientes que lo necesiten ya que la bajada de grasa visceral se asocia a menores niveles de ácido úrico.
- Evitar largos períodos de ayuno, puede ser interesante comer unas 5 veces al día.
- Beber abundante agua al día
- Se aconseja no realizar ejercicio intenso, pero sí aeróbico y moderado
- Evitar o reducir todo lo posible el cocnsumo de alcohol (sobre todo cerveza) o tabaco.
- Reducir el estrés todo lo posible.
Con el correcto tratamiento dietético deberíamos ver resultados en las concentraciones de ácido úrico en 3-6 meses.
5. Ejemplo de menú para hiperuricemia o gota
Desayuno: Tostada integral con queso fresco, uvas y café.
Almuerzo: Espaguetis de calabacín con boloñesa de soja. Cerezas.
Cena: Escalivada y muslos de pollo con patata al horno. Yogur sin azúcar añadido.
Desayuno: Yogur sin azúcar añadido con nueces, manzana troceada e infusión.
Almuerzo: Guiso de alubias con verduras. Pera.
Cena: Atún encebollado con pimientos asados. Naranja.
6. Conclusión
A modo resumen, se pretende dejar claro que la hiperuricemia es una patología que debe ser tratada, no solo con medicación que alivie el dolor, sino con estrategias cotidianas a través de buenos hábitos, alimentación y ejercicio. Como siempre, estas estrategias deben ser pautadas por un dietista-nutricionista especializado para que la planificación sea personalizada y adecuada a la persona que sufre la patología.
La mayoría de estas estrategias buscan una mejora del estilo de vida para que el paciente obtenga un porcentaje graso y un peso saludable ya que este factor es crucial para lograr mitigar la hiperuricemia y evitar que esta avance a niveles más críticos.
Ana Mulero
Nutricionista en Ana Mulero Nutrición